Si llegara la revolución y quedara sin nada, si tuviera que dormir en una chabola de planchas de uralita, si ni tan siquiera fuera mía, que hubiera de compartirla y dormir en una esquina, en el suelo, arrebujada en una manta piojosa, sin trabajo, sin dinero, sin lujo alguno, aún podría cavar un rodalillo en el descampado con una piedra picuda, recoger agua en algún arroyo y florecería mi jardín. Y mientras buscase la piedra, o quizá un trozo de chatarra y el arroyo, o un charco de las últimas lluvias si las hubo, podría cantar y recordar cómo suena Brahms, aún sin tocadiscos, sin electricidad, sin dinero, sin tener dónde caerme muerta. Y en las noches de verano, cuando pudiera sentarme frente a mi puerta y a mis flores silvestres seguiría pensando y podría escribir poemas, aún sin tinta, aún sin papel.
domingo, 3 de mayo de 2009
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3 comentarios:
Un ciudadano de "a pie" desata sus instintos violentos y autodestructivos contra una sociedad injusta y opresiva, todo a raiz de un día de lo más estresante. Los Ángeles: en la mañana del día más caluroso del año, las autopistas están colapsadas. Soportar la terrible presión de las grandes ciudades puede provocar la ira de cualquier ciudadano. Pero Bill Foster (Michael Douglas) está dispuesto a vengarse. Foster sólo intenta regresar a casa, pero en vez de eso se dirige hacia una pesadilla urbana. Es un hombre ordinario en guerra que vence las frustraciones de cada día...
Da gusto que todavía quede alguien que no necesite teclados de alta definición, ni equipos multimedia sin cables, ni lujos en domótica o en jardinería para ser feliz.
Muy bonito, Sinuitt.. me encanta... de hecho, cuánta cantidad de excesos nos rodean.. hoy que pasé un día con el sol y un libro y no me hizo falta más.. :)
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