jueves, 21 de junio de 2007

Un rayo de sol, uooo oo o

Hoy es más difícil ver el sol. Hoy no se puede buscar en el cielo, ni se puede sentir como ayer en las gotas de sudor que resbalan espalda abajo. Hoy el sol hay que buscarlo en recuerdos de playas griegas de luz infinita. No espera, hay un sol más antiguo, que calienta más, que es más de verdad. Un sol que se encuentra en recuerdos de playas más acotadas pero más familiares, de bañador húmedo mientras comes paella en el chiringuito; de sandalias de goma y una calcomanía de un tigre en naranja chillón technicolor en el tobillo. Hoy el sol tengo que ir a buscarlo a 1985, cuando tenía que levantar la cabeza, llena de rizos negros siempre descuidados para mirar a un mundo de mayores, en el que yo era un recién llegado.

También se levanta el sol entre los recuerdos del último fin de semana en Granada, del último domingo con Jens. El sol sale en la sonrisa de chicos italianos que leen a Clarín y hablan despacio, despacio…

Al final el día no era tan feo, ni el sol estaba tan escondido.

viernes, 8 de junio de 2007

Hay alguien ahí fuera?

Anmelden, mi email y ok, estoy dentro.
No es un diario que nadie debe ver, escondido debajo de la ropa interior en un cajón de la cómoda, no es una carta a Marina, que me entiende, que la espera, que contestará, si todo va bien. Es más bien, un grito en el vacío, dar voces en la calle a la hora de calor en un pueblo de Córdoba, o en una isla desierta. Es un sinsentido, contar lo más íntimo a alguien que quizá no está ahí, decirlo todo sin decir lo más importante, que te conozca tanto alguien a quien no viste nunca. Y sin embargo lo hacemos, casi diría que lo necesitamos, seguimos cantando canciones absurdas en el desierto, seguimos esperando un eco que a veces rebota, a veces no, sólo por el placer de contar historias, sólo por si acaso, sólo por no guardar todo eso dentro.
Pero es que de vez en cuando el eco vuelve, a veces muy fuerte, como me ha llegado hoy desde la otra punta del mundo y me ha empujado otra vez aquí, otra vez a contar cosas, otra vez a esperar que alguien lo lea.