viernes, 6 de marzo de 2009

Uñas de fresa

No sé si te acordarás de un mini-pintauñas con forma de lápiz. Huele a fresa sintética. Tenía como una purpurina y era difícil conseguir un rojo intenso, de pasión profunda. Lo mejor de haberlo encontrado es que seguía vivo, pastoso y todavía rojo. Ahora me dedico a buscar este color, obsesionada como Marnie cuando se topaba con algo escarlata, pero fascinada por tu dedo herido, imaginando que chorreaba sangre y que también por entonces éramos vampiros. La fiebre de los chupasangres creo que ha vuelto y las chavalas como mi abuela de casi 90 primaveras leen como posesas la historia de un amor ensangrentado...Como las tardes de Granada, cuando la sierra más blanca que nunca se tiñe anaranjada, para dar paso al carmesí.

1 comentario:

sinuitt dijo...

Qué gusto verte otra vez aquí, qué gusto pensar de nuevo en el satén, en el placer malvado, en la vida sin fronteras