jueves, 19 de noviembre de 2015

Pequeños milagros


Los pajarillos verdes, los limoncillos, han vuelto a mi ventana, Mi ventana es una muy distinta a la de hace cinco años, es mucho más grande, tiene un balcón adosado y entra mucha más luz. Además está orientada a poniente, justo al contrario que la anterior, ahora veo acostarse al sol, antes veía amanecer. Es, en definitiva, un pequeño milagro que los pajarillos verdes, mis limoncillos, hayan sido capaces de encontrarme, pero lo han hecho. Me gusta pensar que me buscaban a mí, pero en realidad sé que ellos se dejan llevar por el olor a leche agrilla, y los ruidos de amor que se escapan por las rendijas de mi ventana. Llegan al balcón, se posan en la barandilla y miran muy fijamente dentro de mi salón, observando esos bracillos que aletean, casi parece que reman, y esas dos bocas inseguras pero esperanzadas, que se abren con una delicadeza infinita buscando, imitando, cuando me acerco a ellas para consolarlas.

No hay comentarios: