jueves, 19 de febrero de 2009

Estrés

Anteayer cuando cruzaba el puente, miré un día más al río intentando ver qué me depararía el día; me molestó muchísimo lo que ví, y decidí que se acabó, que a partir de ahora será el río el que me tenga que mirar a mí cada mañana para ver su futuro y saber cómo torcer al llegar a la catedral o pasar bajo el puente con la inscripción en griego, si es que no quiere acabar perdido en el centro en hora punta de tráfico y pestilencia.

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